Vecinos de la localidad balnearia de Pinamar están preocupados por la cantidad de asentamientos que se han instalado en los últimos años, y advierten un crecimiento de la ocupación de tierras, cuando faltan menos de 60 días para el comienzo del verano.
Se estima que unas 600 personas viven en condiciones precarias en el barrio conocido como La Palangana, ubicado en un terreno lindero a la sede de la UADE, entre Ostende y Pinamar. Agrupoaciones vecinales y políticas de la zona calculan que viven allí unas 13 familias y 32 niños.
Otro terreno cerca de la entrada de Ostende fue usurpado y hoy es un barrio al que llaman "de los paraguayos", que hoy alberga a decenas de familias.
Según un informe difundido hoy , el municipio debió echar hace menos de un mes a un grupo de personas que se había instalado en un predio cercano a la Escuela N° 2.
El concejal Juan José dos Santos, del Frente para la Victoria-Kolina, negó versiones acerca de un posible acuerdo entre el municipio y el gobierno nacional para mudar allí a cientos de familias sin techo de la Capital Federal y el Conurbano a cambio de dinero para obras. Para Dos Santos, no son más que "fantasías", aunque reconoció la reciente llegada de ayuda social por parte de la cartera de Alicia Kirchner.
Según Dos Santos, la cantidad de tomas tienen una explicación. "Después de cada verano quedan cientos de personas creyendo que el éxito económico que tienen durante la temporada los va a acompañar todo el año. Es gente que viene a trabajar de lo que sea y en marzo choca contra una desocupación del 60%".
La sucesión de robos en la zona motivó a los vecinos a organizarse. la Asociación Vecinos en Alerta, señaló que "últimamente ha habido una proliferación de usurpaciones de terrenos. Pero el que realmente es un asentamiento notable es el del terreno lindero a la UADE, La Palangana, que fue instalado hace unos cinco o seis años".
"Algunos comentan que fue hecho por favores políticos, mucha gente fue traída del conurbano, algunos de Fuerte Apache, muchos adolescentes que salían a robar por la zona y que ahora crecieron. Primero eran dos, tres casitas, ahora son muchas".
El asentamiento nació durante la intendencia de Blas Altieri, destituido en 2012 por irregularidades en su gestión.
"Después se armaron otros asentamientos cercanos, en terrenos donde no pueden ser detectados, gente que viene en verano, se queda y después no tiene qué comer y se la rebusca como puede", señaló. Y remarcó que en los meses de invierno la inseguridad es más grande.
Cambió la modalidad del delito. "Antes eran motitos, garrafas, te rompían un vidrio y te llevaban el plasma. Ahora notamos que se incrementaron las bandas organizadas. Y cuando ven que empieza a haber mucha vigilancia, se van a robar a otras zonas de la costa".
Esto, logicamente, afecta el turismo, puntal de la economía en la región. "Nosotros vivimos de eso. Por esa razón tratamos de encontrar el canal para denunciar lo que está pasando. Reclamamos y nos prometieron mejoras que se están realizando ahora. El ministro Casal se comprometió a poner una fiscalia que se ocupe especialmente del tema de las usurpaciones", dijo el integran de Vecinos en Alerta.
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